Todos hemos experimentado en algún momento de nuestra vida el cansancio o agotamiento después de intentarlo una y otra vez, la frustración ante la misma respuesta negativa al desear ingresar a la Universidad o a un trabajo… a punto hemos estado de tirar la toalla cuando una voz interna nos dice, espera, dale una oportunidad más.

Historias de cantantes, actores, la misma historia de “La, la, land” lo cuenta, ¿recuerdan? Todos lo hemos vivido, con un novio, en alguna tarea y aquí justo aquí cuando estamos a punto de tirarlo todo por la borda hay una de las claves más importantes para poder manifestar nuestras metas y hacer nuestros sueños realidad: “perseverancia”.

La perseverancia puede hacer la diferencia entre lo que es y lo que pudo ser. No estoy hablando de aferrarse sino de no darte por vencido. Muchos de los más grandes talentos de este mundo, fracasaron una y otra vez pero nunca se dieron por vencidos (aunque seguramente paso por su cabeza muchísimas veces). Aquellos a quiénes hoy observamos disfrutando de sus sueños hechos realidad, no tiraron la toalla ni siquiera en el momento que el camino se veía más sinuoso, poco claro o complicado.

Sé lo difícil que significa levantarse una y otra vez, sé lo cansado que es… Sé lo doloroso que puede ser reponerte después de cada rechazo e ir dando tumbos sin tener el panorama claro… estar en la incertidumbre y sólo con un tremendo deseo de estar bien, pero por más complicado que sea el momento en el que estés, son justo esos obstáculos los que necesitamos para subir al siguiente nivel de autoestima y confianza. Después de un tiempo echas un vistazo para atrás y te das cuenta de que lo has superado. El secreto está en hacer parte de la misma fuerza las caídas y las levantadas, ya que la cantidad de fuerza implementada en ello, el trabajo duro que estemos dispuestos a realizar será proporcional al tamaño de nuestros sueños y por supuesto hacerlos realidad.

De hecho, esos obstáculos y desafíos nos darán las recompensas más dulces, a veces sólo basta con hacernos a la idea de pasar por el proceso para que el universo nos lo haga más dulce o nos lo conceda. Pero sí debemos esforzarnos por ello pues sin duda valdrá la pena, tal vez no llegue del color que queríamos, tal vez no es exactamente del tamaño que deseábamos pero siempre, siempre estará hecho a la medida, justo lo que necesitamos y, sin duda, valdrá la pena por que también habremos dejado miedos, obstáculos y habremos crecido.

Cuando sentimos el deseo de rendirnos, por lo general estamos a punto llegar al objetivo. Cuando estés a punto de tirar la toalla recuerda que: siempre es más oscuro antes del amanecer.

Lo más nuevo

También puede interesarte

Sigue las notas y las novedades más importantes del momento

Suscríbete