Si no sabe qué hacer y se siente atorado, estancado, apagado, sea como el sol. Si se siente enfermo, exhausto, abatido, piense en el sol. Si le falta generosidad, saber cómo dar y cómo expresar sus ideas, emociones y sentimientos, imite al sol. Si se siente habitar en la oscuridad, sintonícese con la frecuencia del sol. Si quiere superar rápidamente las pruebas de la vida, siéntase dirigido por el sol. Si se cree un mal ser, y obra como tal, o si siente que su subconsciente está lleno de basura, de noticias inservibles, saturado de datos e información que sólo hacen la vida más infeliz, invoque al gran limpiador que es el sol. El que sólo se queja, se lamenta, y se victimiza, lo único que hace es alimentar al problema, al igual que el que se desquita, se violenta y se vuelve un villano. Por eso, si no sabe qué hacer o cómo hacerlo, no se complique mucho: juegue a convertirse en el sol.
¿Alguna vez el sol le ha parecido enfermo, conflictivo, falto de energía, impotente, apagado, insignificante? Puede tomarse como una metáfora pero en realidad la vida, al menos en este planeta, se sustenta con el sol, así que conectarse con él es ir a la fuente directa de todos los potenciales en este sistema solar. Estudios recientes sobre Geometría Fractal han demostrado que el sol en su forma más pura es un entramado infinito de geometrías sumamente complejas cuya belleza y esplendor rebasan lo imaginable por la mente humana –aún–, pero que, sin embargo, se pueden sentir tan sencillamente como verlo salir por la mañana, si estamos dispuestos a conectarnos con él.
Es verdad que la vida física se teje con más elementos básicos, pero el sol es la gran fuente de poder, metafórica o realmente, es la manera más cercana que tenemos de ver tangible a la gran fuerza que cohesiona al Universo: el Amor. Hoy más que nunca estamos despertando a la verdad de que la vida sin amor se pierde en la neblina de la falta de sentido. Usted puede llegar a acumular grandes fortunas, o a tener los juguetes que siempre soñó, incluso a tener el poder de decidir sobre la vida de muchas personas, pero como dijo Don Juan, si a ese camino le falta corazón –Amor– sépase en un laberinto sin salida. Por eso si se siente confundido para regresar a la esencia de lo que usted es, y de donde venimos todos, un camino muy directo es que imite al sol. Déjese ir, deje que su intuición lo guíe; con toda seguridad ella sabe cómo hacer esto.
Recuerde que para brillar como el sol, genuina y auténticamente, no puede pasar sobre los otros, ni acaudalar lo que no se ha ganado, mucho menos hacer su pedestal sobre podredumbre. Ese brillo es sólo una imitación mal hecha del verdadero sol, de aquél que fulgura por naturaleza en las personas generosas, transparentes, luminosas, brillantes, sencillas, y que al mismo tiempo ejercen un gran poder de liderazgo, guía, curación, y alegría para todo su entorno.