La mayoría de nosotros afortunadamente, tenemos metas. Posiblemente algunas de ellas son a corto plazo, otras a mediano o a largo plazo, esto nos motiva a continuar mejorando nuestras vidas, a seguir hacia delante por una razón y por ende enaltece nuestra esperanza pero… no debemos olvidar que por más que deseemos algo y hagamos todo lo posible en nuestras manos por que suceda, a veces simplemente no es, y siempre hay una buena razón para ello. Es decir, es importante tener objetivos y metas, alcanzarlas pero con algo en mente… “todo puede cambiar” y estar abiertos a que así sea, explorando nuevas posibilidades en el proceso, es lo que hace la diferencia.
No hay problema con aferrarnos y enfocarnos a nuestras metas fuertemente, el problema es que no podemos ver que sin importar lo que queramos, el universo siempre anhela darnos mucho más aunque muchas veces nosotros ni siquiera pensamos que lo merecemos.
Suele suceder que si no obtenemos exactamente el empleo que queremos, nos frustramos, no podemos ver la película completa del por qué… y posiblemente sea porque conoceremos personas esenciales a nuestro proceso en el empleo que sí conseguiremos. Si vivimos una ruptura es porque esa persona estaba destinada a enseñarnos una lección importante que nos llevará hacia nuestra alma gemela, aunque al momento no podamos sentirlo así.
Cada uno de nosotros tiene su propia idea de cómo debería ser la perfección, pero buscar las cosas perfectas nos aleja de muchas cosas imperfectas que nos harían perfectamente felices.
Hay momentos para todo en la vida, para plantar, para trabajar fuerte, para esforzarnos, y otras más para soltar, para aprender a dejar ir un poco. Así que recordemos, si los planes cambian de manera repentina, (por que muchos de nosotros así lo hemos vivido), es tiempo de ir con la corriente. En lugar de permanecer estancados dentro de nuestros deseos limitados, podemos adentrarnos en la abundancia ilimitada de todo lo que espera por nosotros y nos va a sorprender.
Consideremos todas las posibilidades, aunque no las podamos ver… están ahí, ¡pide verlas! La vida tiene mucho más para ofrecer de lo que podemos ver a simple vista.