Alguna vez en algún momento, o tal vez constantemente, usted, yo y todos nos hemos preguntado ¿cuál es nuestra misión personal en la vida? Sobre todo en tiempos complicados cuando no vemos un sentido o salida, nos asalta este tremendo cuestionamiento que busca respuesta al motivo de nuestra existencia. Normalmente queremos o esperamos respuestas especiales que nos den importancia; pero ¿sabía usted que esta pregunta casi siempre viene de lo que conocemos como Ego? Es decir que es la personalidad la que busca validarse, reafirmarse y saber que es útil, pero sobre todo, que goza del reconocimiento de los demás.
Las misiones en la existencia pueden ser tan diversas como lo es la naturaleza, y tan importantes que pasen desapercibidas. Nunca subestime una misión por pequeña o intrascendente que le pueda parecer a la información que tenemos en la cabeza; recuerde siempre que todos: reino mineral, vegetal, animal, humano, formamos parte de una red de vida que opera en armonía sincrónica; que nada es casualidad, y que, como afirma el poeta: no hay aleteo de mariposa sin que una estrella se entere.
Nada hay fuera de cuadro en el equilibrio matemático de la vida, así que cuando sienta que su tarea no tiene sentido, o que lo confundan los modelos aspiracionales de riqueza, poder, o fama, regrese al centro de una inteligencia suprema que sabe por qué y para qué todos estamos en donde estamos. Tener una misión grande, definida o importante no está necesariamente relacionado con puestos, títulos, nombramientos, reconocimientos, atesoramientos o riqueza monetaria, como estamos acostumbrados a vislumbrarla; a veces es todo lo contrario y menos es más, es decir que aunque no se arme tanto escándalo, ni sea socialmente reconocida, una misión a niveles más grandes, es tan trascendente como que si no existiera, todo, absolutamente todo el sistema que nos sostiene, se vendría abajo. Valorese como lo hace la creación, y sépase tan importante que fue creado para usted un tiempo-espacio-cuerpo-conciencia que lo recibió aquí para servir y unirse majestuosamente a todo lo que existe.